Antes de comenzar la ruta, es esencial que todos los miembros del grupo estén en la misma sintonía. Para ello, es fundamental discutir y acordar los objetivos del viaje, como visitar lugares emblemáticos, disfrutar de la conducción o pasar tiempo de calidad entre amigos.
Establecer las distancias diarias y adaptarlas al nivel de experiencia y preferencias de cada motorista permitirá un viaje sin agobios ni prisas innecesarias.
El cansancio y la fatiga pueden ser peligrosos para los motoristas. Por eso, es fundamental planificar paradas regulares para descansar, hidratarse y comer algo. Aprovechad estas paradas para revisar las motos, estirar y compartir experiencias con los demás miembros del grupo.
Establecer objetivos y expectativas claras desde el principio asegura una mejor comunicación y un ambiente agradable entre los miembros del grupo, lo que redundará en una ruta en moto exitosa y memorable.